darwin bedoya
Es que hacías tanta falta
Serie narrativa breve Presagio Nº 02
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
&
Lagoculto Editores
Lima, 2009. 52 pp.
Los pretextos para publicar un cuento
nunca son suficientes. Pueden ser cientos o miles,
pero a veces uno es más auténtico que todos.
Es que hacías tanta falta
es un texto donde el autor domina y articula
una delicada textura verbal —artificios léxicos en summa—
cuya sutileza poética hace que la historia
se convierta, más que en un maravilloso brebaje,
ritual o canción; en un Ars amandi imperioso y moderno.
La insolencia confidencial y talentosa
de este Ars amandi, sin duda es una señal de que
el autor sabe manejar las distancias cortas de la narrativa:
el cuento breve, esta historia es una clara señal,
de que los más puros amores jamás podrán ser alcanzados.
Es más que seguro que algún lector, silenciosamente
logrará secarse alguna sibilina lágrima,
y ese es el punto de quiebre de un texto
considerable; porque, si bien es cierto,
no existen los libros imprescindibles;
pero sí los libros que todos hubiéramos querido escribir,
sobre todo para saldar
cuentas con la memoria de aquel amor mejor
que nunca podrá ser conseguido.
Las dos partes de Es que hacías tanta
falta, traslucen una curiosa arquitectura de
profundas variaciones decorativas que muestran
la intensidad del lenguaje. Parece notarse en
muchas líneas que Fernando, personaje
protagónico, es el alter- ego del autor pues, es quien
se encarga de ir uniendo las secuencias y las
palabras, casi con una precisión absoluta.
Eulogio Ramos
nunca son suficientes. Pueden ser cientos o miles,
pero a veces uno es más auténtico que todos.
Es que hacías tanta falta
es un texto donde el autor domina y articula
una delicada textura verbal —artificios léxicos en summa—
cuya sutileza poética hace que la historia
se convierta, más que en un maravilloso brebaje,
ritual o canción; en un Ars amandi imperioso y moderno.
La insolencia confidencial y talentosa
de este Ars amandi, sin duda es una señal de que
el autor sabe manejar las distancias cortas de la narrativa:
el cuento breve, esta historia es una clara señal,
de que los más puros amores jamás podrán ser alcanzados.
Es más que seguro que algún lector, silenciosamente
logrará secarse alguna sibilina lágrima,
y ese es el punto de quiebre de un texto
considerable; porque, si bien es cierto,
no existen los libros imprescindibles;
pero sí los libros que todos hubiéramos querido escribir,
sobre todo para saldar
cuentas con la memoria de aquel amor mejor
que nunca podrá ser conseguido.
Las dos partes de Es que hacías tanta
falta, traslucen una curiosa arquitectura de
profundas variaciones decorativas que muestran
la intensidad del lenguaje. Parece notarse en
muchas líneas que Fernando, personaje
protagónico, es el alter- ego del autor pues, es quien
se encarga de ir uniendo las secuencias y las
palabras, casi con una precisión absoluta.
Eulogio Ramos
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