"Hijos de puta", próximo lanzamiento del Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"

miércoles, 10 de noviembre de 2010

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Hijos de puta
13 poetas latinoamericanos
Darwin Bedoya
Prólogo de Walter L. Bedregal Paz
Colección: Letras de la poesía latinoamericana Nº05
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
180 pp. Noviembre 2010
Juliaca - Perú


Hijos de puta: 13 poetas latinoamericanos
(Fragmentos del prólogo)


Endiosada y endemoniada, traslúcida y sombría, la poesía ha existido desde siempre como una luz indefinida. Bendita y diabólica, la poesía se ha esparcido por el mundo a través de todas las sensibilidades, casi como un mal necesario y único. Luego de sus hitos que la han hecho importante e imperecedera, la poesía no sabe de ocasos, sobre todo desde las vanguardias, pasando por la reciprocidad de la poesía del compromiso, atravesando por los ritmos de la poesía del cántico y del diálogo. Pasando por la propuesta de la antipoesía, regodeándose con la poesía comunicante y la coloquial, luego embanderándose con la poesía de la revolución, aferrándose a la poesía del testimonio y la trascendencia. Siguiendo con el irrealismo poético, rebobinando con la neovanguardia, entreverándose con los regodeos de la poesía barroca, la neobarroca y la neobarrosa; en realidad mucha poesía ardiendo en los candiles del mundo y sobre los cráneos de la noche.

La poesía latinoamericana de hoy, variando un tanto, no sólo sus atavíos, sino también sus ardores y fulgores, atraviesa un pasillo escritural no muy estrecho que digamos y su esplendor delata la concreción de un nuevo cosmos. Hoy, como sabemos, es posible, percibir una serie de tendencias que empiezan a agitarse desde distintos puntos del mundo latinoamericano en complicidad con la tecnología y la globalización, que lejos de ser un inconveniente o un distractor para la obra poética, han pasado a ser el complemento necesario que permite unir distintas sensibilidades a través, no únicamente de toda Latinoamérica, sino también del planeta.

A pocas horas de la consumación de la primera década del siglo XXI, la poética latinoamericana no se regodea en la incertidumbre. Por el contrario, en consonancia con las turbulencias de este siglo que nos muestra la fragilidad de los distintos sistemas, la poesía sigue siendo instaurada entre las cúspides de la concreción y los abismos de la eternidad; pero también sobre el firmamento de nuevos postulados. Porque somos sabedores de que la poesía es la otra voz: antigua y actual, sagrada y maldita. Virgen y puta a la vez. Y es que como dijo alguien por ahí, toda buena poesía es maldita, no tanto porque se le maldiga, cosa que no deja de suceder, sino que se la maldice debido a que es una terrible decidora, saboteadora de los modos estructurados del decir, evocadora de un goce maldecido.

He aquí el puterío más exigente y completo de la última poesía latinoamericana. Esta muestra poética es la señal definitiva de que existe, en esta región del mundo, una nueva poesía y desde hace rato. Voces que ya ocupan un nuevo orden de estéticas y propuestas. Porque toda poesía sólo puede venir de otra poesía, se podría decir que en estas voces se hallan las huellas del sentir poético de Rimbaud, el anuncio adánico de Blake, lo onírico de Kafka y Proust, las locuras de Lautrèamont, Novalis y Hölderlin, la infancia y la memoria de Wordsworth, la imaginación de Coleridge, la intuición y los sueños de Nerval, el terrible espíritu de Rilke, las invenciones de Pound, todas las ambiciones de Eliot, la vida de las sensaciones de Keats, las pretensiones de Baudelaire y la búsqueda de Artaud, la terredad y los metafísicos cantares de Jabès, todo como un solo himno hecho poesía, poesía, poesía...


Walter L. Bedregal Paz

Pronto, "Asesinas", de Javier Núñez

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Asesinas
Javier Núñez
Serie: Narrativa Breve "Presagio" Nº 06
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
64 pp. Noviembre 2010
Juliaca - Perú


J. Núñez antes de entrevistarse con una de las asesinas


“Asesinas”, es el reciente libro de Javier Núñez. Se lanzará oficialmente a fines de noviembre (2010), bajo el sello del “Grupo Editorial Hijos de la Lluvia”.


¿Ha pensado alguna vez ver muerto al hombre de su vida que dejarlo marchar con otra? ¿Qué hay detrás de los crímenes pasionales? El amor, el deseo, la venganza, el crimen, el sexo, el trago intercalan las páginas de este libro.

En calidad de primicia, presentamos un fragmento de uno de los cuentos:


Dalila asesina

Empecé con mi oficio de asesina a los 18 años, cuando Fernando Bueno me sacó la vuelta. Aún no olvido aquella noche del crimen, aunque ya pasaron cuatro años. Lo amaba con pasión desenfrenada; fue el amor de mi vida. Pero este maldito me falló, me pagó mal… Tuve que matarlo, no me quedaba otra opción… La noche que debuté de asesina, naturalmente, era novata en estas cuestiones… Por poco se me fue de las manos; a duras penas logré acabar con él.

Cuando regresaba del baño alguien me rozó con el codo. Volví la cabeza para saber quién era. Era un joven más o menos apuesto. Llevaba en la mano una jarra de licor preparado. Hola querido, le dije. Hola, me contestó, soy Johann. Yo soy Dalila, me presenté. Mis amigos me abandonaron, dijo, me quedé solo. Yo también estoy sola, le contesté. Entonces ¿podemos terminar esta jarra?, preguntó. Sí, le dije, y luego ya vemos qué hacemos. Empezamos a beber y bailar junto a otras parejas. Intuí que era uno de esos chicos que frecuentan a las discotecas en busca de chicas mareadas, para llevárselas al hotel. Los conozco bien… En mi caso ocurre todo lo contrario. Yo soy quien se los lleva al hotel…

Pronto "Electra machina" de Darwin Bedoya

martes, 9 de noviembre de 2010

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Electra machina
Darwin Bedoya
Narrativa Breve "Presagio" Nº 05
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
64 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú




Darwin Bedoya

Pronto "Miss Lake" de Walter L. Bedregal Paz

domingo, 7 de noviembre de 2010

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Misslake
Walter L. Bedregal Paz
Narrativa Breve "Presagio" Nº 04
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
60 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú



Walter L. Bedregal Paz

ENTREVISTA CON CHARLES BUKOWSKI

sábado, 6 de noviembre de 2010

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Entrevista a Charles Bukowski por Sean Penn


Charles Bukowski nació en Andernach, Alemania, en 1920. A los tres años de edad llegó a los Estados Unidos y creció en Los Angeles. Actualmente reside en San Pedro, California, con su esposa, Linda. Famoso borracho, peleador y mujeriego, Genet y Sartre lo llamaron “el mejor poeta de los Estados Unidos”, pero sus amigos lo llaman Hank.


Bares

“Ya no voy mucho a bares. Saqué eso de mi sistema. Ahora, cuando entro a un bar, siento náuseas. Estuve en demasiados, es apabullante. Son para cuando uno es más joven: todo eso de irse a las manos con un tipo, hacerse el macho, levantarse minas. A mi edad, ya no lo necesito. Hoy sólo entro a los bares para mear. A veces cruzo la puerta y empiezo a vomitar”.


El alcohol

“El alcohol es probablemente una de las mejores cosas que han llegado a esta tierra, además de mí. Entonces nos llevamos bien. Es destructivo para la mayoría de la gente, pero yo soy un caso aparte. Hago todo mi trabajo creativo cuando estoy intoxicado. Incluso me ha ayudado con las mujeres. Siempre fui reticente durante el sexo, y el alcohol me ha permitido ser más libre en la cama. Es una liberación porque básicamente yo soy una persona tímida e introvertida, y el alcohol me permite ser este héroe que atraviesa el espacio y el tiempo, haciendo un montón de cosas atrevidas... Entonces el alcohol me gusta, cómo no”.

Fumar


“Me gusta fumar. El cigarrillo y el alcohol se equilibran. Yo solía despertarme de una borrachera y había fumado tanto que mis dos manos estaban amarillas, casi marrones, como si tuviera puestos guantes. Y me preguntaba: ‘¡Mierda! ¿Cómo se verán mis pulmones?’”.


Pelear

“La mejor sensación es cuando golpeas a un tipo que no se supone que puedas golpear. Una vez me metí con un tipo, me estaba insultando. Le dije: ‘Bueno, adelante’. No tuve ningún problema, le gané la pelea fácilmente. Estaba tirado en el piso. Tenía la nariz ensangrentada. Me dijo: ‘Jesús, te movés siempre tan lentamente que pensé que serías fácil. Y cuando empezó la condenada pelea, ya no podía ver tus manos, te volviste tan rápido. ¿Qué pasó?’. Le dije: ‘No sé, hombre. Así son las cosas. Uno ahorra para cuando tiene que usarlo’”.


Los gatos

“Es bueno tener un montón de gatos alrededor. Si uno se siente mal, mira a los gatos y se siente mejor, porque ellos saben que las cosas son como son. No hay por qué entusiasmarse y ellos lo saben. Por eso son salvadores. Cuantos más gatos uno tenga, más tiempo vivirá. Si tenés cien gatos, vivirás diez veces más que si tenés diez. Algún día esto será descubierto: la gente tendrá mil gatos y vivirá para siempre. Realmente es ridículo”.


Las mujeres y el sexo


“Yo las llamo máquinas de quejarse. Las cosas con un tipo nunca están bien para ellas. Y cuando me tiran toda esa histeria... Tengo que salir, agarrar el auto e irme. A cualquier parte. Tomar una taza de café en algún lado. En cualquier lado. Cualquier cosa menos otra mujer. Supongo que están construidas de diferente manera, ¿no? Cuando la histeria empieza, se acaba todo. Uno se tiene que ir, ellas no entienden por qué. ‘¿Adónde vas?’, te gritan. ‘¡Me voy a la mierda, nena!’. Piensan que soy un misógino, pero no es verdad. Es puro boca a boca. Escuchan que Bukowski es ‘un cerdo macho chauvinista’, pero no chequean la fuente. Seguro, a veces pinto una mala imagen de las mujeres en mis cuentos, pero con los hombres hago lo mismo. Incluso yo salgo mal parado muchas veces. Si realmente pienso que algo es malo, digo que es malo, sea hombre, mujer, niño o perro. Las mujeres son tan quisquillosas, piensan que me las agarro con ellas en particular. Ése es su problema”.


La primera vez

“Mi primera vez fue la más rara. No sabía cómo hacerlo, y ella me enseñó a chuparle la concha y todas esas cosas de coger. Me acuerdo de que me decía: ‘Hank, sos un buen escritor, pero no sabés una mierda sobre las mujeres’. ‘¿Qué querés decir? Estuve con un montón de mujeres.’ ‘No, no sabés nada. Dejame enseñarte algunas cosas.’ Le dije que bueno y ella: ‘Sos buen estudiante, entendés rápido’. Eso fue todo. (Está un poco avergonzado. No por los detalles sino por el sentimentalismo del recuerdo.) Pero todo ese asunto de chupar conchas se puede poner un poco servil. Me gusta hacerlas gozar, pero... Todo está sobrevalorado. El sexo sólo es una gran cosa cuando no lo hacés”.


El sexo antes del sida (y su casamiento)



“Yo nada más entraba y salía de entre las sábanas. No sé, era como un trance, un trance de coger. Y las mujeres... uno les decía algo, las tomaba de la muñeca, ‘vamos, nena’, las guiaba hasta el dormitorio y se las cogía. Cuando uno entra en el ritmo, sigue adelante. Hay un montón de mujeres solitarias allá afuera. Son lindas, pero no se saben conectar. Están sentadas solas, van al trabajo, vuelven a la casa... es algo maravilloso para ellas que un tipo se les aparezca. Y si se sienta cerca, bebe y habla, es entretenimiento. Estuvo bien, tuve suerte. Las mujeres modernas... no te cosen los botones”.



Escribir


“Escribí un cuento desde el punto de vista de un violador de una niña muy pequeña. Y la gente me acusó. Me hicieron entrevistas. Decían: ‘¿Le gusta violar a niñitas?’. Dije: ‘Por supuesto que no. Estoy fotografiando la vida’. Me metí en problemas con montones de cosas. Pero, por otro lado, los problemas venden libros. Pero, en última instancia, escribo para mí. (Da una larga pitada a su cigarrillo.) Es así. La pitada es para mí, la ceniza es para el cenicero. Eso es publicar. Nunca escribo de día. Es como ir al supermercado desnudo. Todo el mundo te puede ver. De noche es cuando se sacan los trucos de la manga... la magia”.

La poesía



“Siempre recuerdo que, en el patio de la escuela, cuando aparecía la palabra ‘poeta’ o ‘poesía’, todos los pendejos se reían y se burlaban. Puedo ver por qué: es un producto falso. Ha sido falso y snob y endogámico por siglos. Es ultradelicado, sobreapreciado. Es un montón de mierda. Durante siglos, la poesía es casi basura total. Es una farsa. Ha habido grandes poetas, no me entienda mal. Hay un poeta chino llamado Li Po. Podía poner más sentimiento, realismo y pasión en cuatro o cinco sencillas líneas que la mayoría de los poetas en sus doce o trece páginas de mierda. Y bebía vino también. Solía quemar sus poemas, navegar por el río y beber vino. Los emperadores lo amaban porque podían entender lo que decía. Por supuesto, sólo quemó sus poemas malos. Lo que yo quise hacer, si me disculpa, es incorporar el punto de vista de los obreros sobre la vida... los gritos de sus esposas que los esperan cuando vuelven del trabajo. Las realidades básicas de la existencia del hombre común... algo que pocas veces se menciona en la poesía desde hace siglos. Mejor, que quede registrado que dije que la poesía es una mierda desde hace siglos. Y una vergüenza”.


Céline



“La primera vez que leí a Céline, me fui a la cama con una caja grande de galletitas Ritz. Empecé a leerle y me comía una galletita Ritz, me reía, me comía una Ritz, leía. Leí la novela entera de un tirón y me terminé la caja de galletitas. Y me levanté y tomé agua. Tendrías que haberme visto. No me podía mover. Eso es lo que un buen escritor te puede hacer. Casi te puede matar. Un mal escritor puede hacerlo, también”.

Shakespeare


“Es ilegible y está sobrevalorado. Pero la gente no quiere escuchar esto. Uno no puede atacar templos. Ha sido fijado a lo largo de los siglos. Uno puede decir que tal es un pésimo actor, pero no puede decir que Shakespeare es mierda. Cuando algo dura mucho tiempo, los snobs empiezan a aferrarse a él, como ventosas. Cuando los snobs sienten que algo es seguro, se aferran. Pero si les decís la verdad, se ponen salvajes. No pueden soportarlo. Es atacar su propio proceso de pensamiento. Me desagradan”.




Su material de lectura favorito


“Leí en el The National Enquirer una nota titulada ‘¿Es su marido homosexual?’. Linda me dijo: ‘¡Tenés voz de puto!’. Yo dije: ‘Oh, sí, siempre me lo pregunté’. Ese artículo decía: ‘¿Su marido se depila las cejas?’. Y yo pensé, mierda, lo hago todo el tiempo. Ahora sé lo que soy. Me depilo las cejas, soy un puto. Es muy amable de parte de The National Enquirer decirme lo que soy”.



El humor y la muerte

“El último gran humorista era un tipo llamado James Thurber. Pero su humor era tan magnífico que tuvieron que ignorarlo. Este tipo era, podría decirse, un psiquiatra de las edades. Tenía algo ambiguo, hombre-mujer, veía cosas. Era sanador. Su humor era tan real que uno gritaba de risa, era como una liberación frenética. Aparte de Thurber, no puedo pensar en nadie... Yo tengo algo de humorista, pero no como él. No llamo humor a lo que tengo, lo llamo un ‘filo cómico’. Estoy colgado en eso. Casi todo lo que pasa es ridículo. Cagamos todos los días. Eso es ridículo, ¿no te parece? Tenemos que seguir meando, poniendo comida en nuestras bocas, nos sale cera de los oídos. Tenemos que rascarnos. Cosas feas y tontas, ¿o no? Las tetas no sirven para nada, salvo...”.



Nosotros


“La verdad es que somos monstruosidades. Si pudiéramos vernos, podríamos amarnos, darnos cuenta de lo ridículos que somos, con nuestros intestinos retorcidos por los que se desliza lentamente la mierda mientras nos miramos a los ojos y decimos: ‘Te amo’. Nos carbonizamos y producimos mierda, pero no nos tiramos pedos cerca del otro. Todo tiene un filo cómico”.



Ganar


“Y después nos morimos. Pero la muerte no nos ha ganado. No ha mostrado ninguna credencial. Nosotros hemos mostrado todas las credenciales. Con el nacimiento, ¿nos ganamos la vida? No realmente, pero de seguro la hija de puta nos tiene atrapados... La muerte me provoca resentimiento, la vida también, y mucho más estar atrapado entre las dos. ¿Sabés cuantas veces intenté suicidarme? Dame tiempo, sólo tengo 66 años. Sigo trabajando en eso. Cuando uno tiene tendencias suicidas, nada lo molesta, excepto perder en las carreras de caballos. ¿Por qué será? A lo mejor porque uno usa su mente en las carreras, no su corazón. Pero nunca cabalgué. No estoy muy interesado en el caballo sino en el proceso de acertar o no, selectivamente”.



Las carreras


“Traté de ganarme la vida con las carreras por un tiempo. Es doloroso. Es vigorizante. Todo está al límite, el alquiler, todo. Pero uno tiende a ser cuidadoso. Una vez estaba sentado en una curva. Había doce caballos en la carrera y estaban todos amontonados. Parecía un gran ataque. Todo lo que veía era esos grandes culos de caballo subiendo y bajando. Parecían salvajes. Miré esos culos de caballos y pensé: ‘Esto es una locura total’. Pero hay otros días en los que ganás cuatrocientos o quinientos dólares, ganás ocho o nueve carreras al hilo, y te sentís Dios, como si lo supieras todo. Y todo queda en su lugar”.



La gente


“No miro mucho a la gente. Es perturbador. Dicen que si mirás mucho a otra persona, te empezás a parecer a ella. Pobre Linda. La mayoría de las veces me la puedo pasar sin la gente. La gente no me llena, me vacía. No respeto a nadie. Tengo un problema en ese sentido. Estoy mintiendo pero, creeme, es verdad”.



La fama


“Es destructora. Es una puta, una perra, la destructora más grande de todos los tiempos. A mí me tocó la mejor parte porque soy famoso en Europa y desconocido aquí, en Estados Unidos. Soy uno de los hombres más afortunados. La fama es terrible. Es una media en una escala del denominador común, la meten trabajando a un nivel bajo. No tiene valor. Una audiencia selecta es mucho mejor”.



La soledad


“Nunca me sentí solo. He estado en una habitación, me he sentido suicida. Estuve deprimido, me he sentido horrible más allá de lo descriptible, pero nunca pensé que una persona podía entrar a una habitación y curarme. Ni varias personas. En otras palabras, la soledad no es algo que me molesta porque siempre tuve este terrible deseo de estar solo. Siento la soledad cuando estoy en una fiesta, o en un estadio lleno de gente vitoreando algo. Citaré a Ibsen: ‘Los hombres más fuertes son los más solitarios’. Nunca pensé: ‘Bueno, ahora va a entrar una rubia hermosa y vamos a garchar, y me va a frotar las bolas, y me voy a sentir bien’. No, eso no iba a ayudar. Viste cómo piensa la gente común: ‘Guau, es viernes a la noche, ¿qué vamos a hacer? ¿Quedarnos acá sentados?’. Bueno, sí. Porque no hay nada allá afuera. Es estupidez. Gente estúpida mezclándose con gente estúpida. Que se estupidicen entre ellos. Nunca tuve la ansiedad de lanzarme a la noche. Me escondía en bares porque no quería esconderme en fábricas. Eso es todo. Les pido perdón a los millones, pero nunca me sentí solo. Me gusta estar conmigo mismo. Soy la mejor forma de entretenimiento que puedo encontrar”.



El tiempo libre


“Es muy importante tener tiempo libre. Hay que parar por completo y no hacer nada por largos períodos para no perderlo todo. Seas un actor o una ama de casa, cualquier cosa, tiene que haber grandes pausas en las que no hacés nada. Uno se tira en una cama a mirar el techo. Hacer nada es muy, muy importante. ¿Y cuánta gente lo hace en la sociedad moderna? Muy poca. Por eso la mayoría está totalmente loca, frustrada, enojada y odiosa. Antes de casarme, o de conocer a muchas mujeres, bajaba las cortinas y me metía en la cama por tres o cuatro días. Me levantaba para cagar y para comer una lata de porotos. Después me vestía y salía a la calle, y el sol brillaba y los sonidos eran maravillosos. Me sentía poderoso, como una batería recargada. Pero, ¿sabés qué me tiraba abajo? El primer rostro humano que veía en la vereda. Esa cara nomás me hacía perder la mitad de la carga. Esta cara monstruosa, sin expresión, tonta, sin sentimientos, cargada de capitalismo. Pero aún así valía la pena, me quedaba la mitad de la carga todavía. Por eso el tiempo libre es importante. Y no digo tomarse tiempo para tener pensamientos profundos. Hablo de no pensar en absoluto. Sin pensamientos de progreso, sin pensamientos sobre uno mismo. Sólo ser un haragán. Es hermoso”.



La belleza



“No existe algo como la belleza, especialmente en un rostro humano, eso que llamamos fisonomía. Todo es un imaginado y matemático alineamiento de rasgos. Por ejemplo, si la nariz no sobresale mucho, si los costados están bien, si las orejas no son demasiado grandes, si el cabello no es demasiado largo. Es una mirada generalizadora. La gente piensa que ciertos rostros son hermosos, pero, realmente, no lo son. La verdadera belleza, por supuesto, viene de la personalidad. No tiene nada que ver con la forma de las cejas. Me dicen de tantas mujeres que son hermosas... pero cuando las veo, es como mirar un plato de sopa”.



La fealdad


“No existe. Hay algo llamado deformidad, pero la simple fealdad no existe. He dicho”.



Érase una vez



“Era invierno, yo me estaba muriendo de hambre intentando ser escritor en Nueva York. No había comido en tres o cuatro días. Así que finalmente dije: ‘Me voy a comer una gran bolsa de pochoclo’. Cada grano era como un churrasco. Tragaba y echaba pochoclo a mi estómago que decía ‘¡Gracias, gracias!’. Estaba en el paraíso, caminando por ahí, hasta que dos tipos pasaron a mi lado y uno le dijo al otro: ‘¡Jesús!’. El otro dijo: ‘¿Qué pasa?’ ‘¿Viste a ese tipo comiendo pochoclo? Dios, era horrible.’ Así que no pude disfrutar el resto del pochoclo. Pensé qué quisieron decir con eso de que ‘era horrible’. Yo estaba en el paraíso. Supongo que era un poco cochino. Ellos siempre pueden distinguir a un tipo hecho mierda”.



La prensa



“Disfruto las cosas malas que se dicen sobre mí. Aumenta la venta de libros y me hace sentir malvado. No me gusta sentirme bien porque soy bueno. ¿Pero malo? Sí. Me da otra dimensión. Me gusta ser atacado. ‘¡Bukowski es desagradable!’ Eso me hace reír, me gusta. ‘¡Es un escritor desastroso!’ Sonrío más. Me alimento de eso. Pero cuando un tipo me dice que dan un texto mío como material de lectura en una universidad, me quedo boquiabierto. No sé, me aterra ser demasiado aceptado. Siento que hice algo mal”.



El dedo



(Levanta el dedo meñique de su mano izquierda) “¿Viste alguna vez este dedo? (El dedo parece paralizado en una forma de “L”). Me lo rompí una noche, borracho. No sé por qué, pero nunca se acomodó. Pero funciona perfecto para la letra ‘a’ de la máquina de escribir, y qué demonios, le agrega algo a mi personaje”.



La valentía



“A la mayoría de la gente supuestamente valiente le falta imaginación. Es como si no pudieran concebir lo que sucedería si algo saliera mal. Los verdaderos valientes vencen a su imaginación y hacen lo que deben hacer”.




El miedo



“No sé nada sobre eso”.
(Se ríe.)




La violencia



“Creo que, la mayoría de las veces, la violencia es malinterpretada. Hace falta cierta violencia. En nosotros hay una energía que necesita ser sacada. Creo que si esa energía es contenida, nos volvemos locos. La paz última que todos deseamos no es un área deseable. De alguna manera, no estamos destinados a eso. Por eso me gusta ver peleas de boxeo, y por eso yo mismo las protagonizaba en mi juventud. A veces se llama violencia a la expulsión de energía con honor. Hay locura interesante y locura desagradable. Hay buenas y malas formas de violencia. Es un término vago. Está bien si no se hace a expensas de otros”.



El dolor físico



“Con el tiempo uno se endurece, aguanta el dolor físico. Cuando estaba en el Hospital General, un tipo entró y dijo: ‘Nunca vi a nadie aguantar la aguja con tanta frialdad’. Eso no es valentía. Si uno aguanta suficiente dolor, uno cede. Es un proceso, un ajuste. Pero no hay forma de acostumbrarse al dolor mental. Me mantengo lejos de él”.





La psiquiatría



“¿Qué consiguen los pacientes psiquiátricos? Una cuenta. Creo que el problema entre un psiquiatra y su paciente es que el psiquiatra actúa de acuerdo al libro, mientras que el paciente llega por lo que la vida le ha hecho. Y aunque el libro pueda tener cierta perspicacia, las páginas siempre son las mismas y cada paciente es diferente. Hay muchos más problemas individuales que páginas. Hay demasiada gente loca como para resolverlo diciendo: ‘Tantos dólares por hora, cuando suena el timbre terminamos’. Eso sólo puede llevar a una persona un poco loca a la locura total. Recién empiezan a abrirse y a sentirse bien cuando el psiquiatra dice: ‘Enfermera, arregle la próxima cita’. Todo es asquerosamente mundano. El tipo está ahí para quedarse con tu culo, no para curarte. Quiere tu dinero. Cuando suena el timbre, que entre el siguiente loco. Ahora, el loco sensible se va a dar cuenta de que cuando el timbre suena, significa que lo cagaron. No hay límites de tiempo para curar la locura, y no hay cuentas para eso, tampoco. Muchos de los psiquiatras que yo he visto parecen estar al límite ellos mismos, además. Pero están demasiado cómodos. Creo que el paciente quiere ver un poco de locura, no demasiado. Ah, los psiquiatras son totalmente inútiles. ¿Siguiente pregunta?”.





La fe



“La fe está bien para los que la tienen. Mientras no me la tiren por la cabeza. Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno. Los plomeros hacen un buen trabajo. Dejan que la mierda fluya”.





El cinismo



“Siempre me acusaron de cínico. Creo que el cinismo es una uva amarga. Es una debilidad. Es decir: ‘¡Todo está mal! ¿Entendés? ¡Esto no está bien! ¡Aquello no está bien!’. El cinismo es la debilidad que evita que nos ajustemos a lo que ocurre en el momento. El optimismo también es una debilidad. ‘El sol brilla, los pájaros cantan, sonríe.’ Eso es mierda también. La verdad está en algún lugar entre los dos. Lo que es, es. Si no estás listo para soportarlo, joderse”.





La moralidad convencional



“Puede que no exista el infierno, pero los que juzgan pueden crearlo. Pienso que la gente está sobredomesticada. Uno tiene que averiguar lo que le pasa, y cómo va a reaccionar. Voy a usar un término extraño aquí: el bien. No sé de dónde viene, pero siento que hay un básico rasgo de bondad en cada uno de nosotros. No creo en Dios, pero creo en esta ‘bondad’, como un tubo dentro de nuestros cuerpos. Puede ser alimentada. Siempre es mágica, por ejemplo cuando en una autopista sobrecargada de tráfico un extraño hace lugar para que alguien pueda cambiar de mano... es esperanzador”.





Sobre ser entrevistado



“Es como ser arrinconado. Es vergonzoso. Por eso, no siempre digo toda la verdad. Me gusta jugar y burlarme un poco, así que doy información falsa sólo por el gusto de entretener y mentir. Así que si quieren saber algo sobre mí, no lean una entrevista. Ignoren ésta, también”.

Sobre la colección: "Letras de la poesía latinoamericana"...

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Leve ceniza
Darwin Bedoya
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección de poesía:
Letras de la poesía latinoamericana Nº 01
72 pp.
Formato 17 x 24 cm
Juliaca - 2010.



Horas de sirena
Luis Pacho
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección de poesía: Letras de la poesía latinoamericana Nº 02
60 pp.
Formato 17 x 24 cm
Juliaca - 2010


En un esfuerzo descomunal, el Grupo Editorial «Hijos de la lluvia» comienza con su proyecto magno de publicar toda una nueva cartografía con 24 libros de la nueva poesía latinoamericana. La presente apuesta: Letras de la poesía latinoamericana, comprenderá autores de todo el espectro latinoamericano, empezando por nuestro propio espacio, para luego seguir con toda una selección de textos que marcarán un hito en la poesía en lengua castellana.

Los libros de apertura que el Grupo presenta esta vez son, qué duda cabe, la continuidad de una tradición que en Puno, como sabemos, tiene una larga data que muestra el rigor con que la poesía puneña tiene su representatividad en la literatura peruana y latinoamericana.

El objetivo de estas publicaciones, como en muchos otros casos literarios, es mostrar voces nuevas y otras ya consolidadas para perpetuar la voz poética que de pronto en Latinoamérica está cobrando ribetes mayores; hay estruendos, voces demoledoras, voces auténticas, poderosas,
voces innovadoras que se instauran en nuestras sensibilidades de una manera contundente.

Este será el aporte del Grupo no sólo a las letras o a la cultura, sino a la humanidad entera, en vínculo estrecho con sus sensibilidades y su rol dentro de la sociedad, si es que la poesía
puede intentar servir para algo.

Walter L. Bedregal Paz
Juliaca, noviembre de 2010


P R O G R A M A

1.- Palabras de presentación a cargo de un integrante del Grupo Literario “Alberto Mostajo”.
2.- Presentación de la serie Letras de la poesía Latinoamericana.
Coordinada y dirigida por el escritor: Walter L. Bedregal Paz.
3.- Comentario del libro Leve Ceniza: Poeta Percy Zaga.
4.- Comentario del libro Horas de Sirena: Escritor, Crítico literario y Dr. en Historia
José Luis Velásquez Garambel.
5.- Palabras y lectura del autor del libro Leve Ceniza, Darwin Bedoya.
6.- Palabras y lectura del autor del libro Horas de Sirena, Luis Pacho.
7.- Palabras finales a cargo de un representante de la Municipalidad
Provincial de Puno.


Textos de «Leve ceniza» / darwin bedoya


[XXXIV]
Tú sabes que la poesía no le interesa a nadie. Pero aquí se
alimenta mi cuerpo. Aquí poesía, recogimiento que mora en mi
alma, silencio que alumbra mis ojos, ya para siempre, como el
cielo. Poesía, leve ceniza.


[LXII]
Cubro con mis cabellos esta locura construida con crepúsculos.
Sólo así dejo de ver las cosas tristes de este mundo, y guardo mi
esqueleto (limpio de carne y sangre), en silencio, en esta antigua
soledad, donde otros, seguramente hablarán del amor.


[IC]

Las cosas que escribo son la contemplación de la distancia.
Cada palabra pronunciada me dice que crío en mi casa un vacío
más grande que el mismísimo cielo. Escribo de rodillas, y todos
los venenos y palabras dejan de pesar en mis manos. Osario de
vocablos, hueso informe de la nada. En la lejanía puedo ver una
candela. Escribir es caminar en la media noche, sin ninguna
lámpara que te alumbre.


Textos de «Horas de sirena» / luis pacho


1.
Cuando descubras el olvido, posiblemente crecerán espinas en tu cuarto, y una
luna llena como tu corazón, esparcirá su silencio. Serás aquella desconocida que
arrulló mi cuerpo extranjero y apagó una vela cuando todos arrojaban piedras en
tu camino.

7.
Un día no recordaré nada. Ni tus trenzas negras ni los caminos donde crecía la
soledad como una extraña mirada. Incluso olvidaré las bancas de los templos y los
rostros de esos ángeles que dibujaban cruces en el aire. (Por ellos supe de tu piel
recogida por el viento y mi nombre desconocido en las páginas de la Biblia. Supe
que la tierra es un mismo camino por donde transitan, solitarios, los mismos hijos
de Eva)


Eliana

Algún día/
una Virgen extranjera
bendecirá mi corazón lejano/
No habrá sombras
Ni reptiles huyendo. Todo lo contrario:
lívido aún mi cuerpo/
El cielo azul de Copacabana
cubrirá tenuemente mis labios de arcilla
y un lago encantado/
me devolverá el terrón de azúcar
de tus pezones furtivos.


Sobre LEVE CENIZA:

Estos breves poemas en prosa giran en torno a las pulsaciones más intensas del ser humano: el amor y la muerte. Y la vía del poeta, para acceder a esos ámbitos sinuosos, es la del diálogo con la poesía misma. «Todo ángel es terrible», decía Rilke; «Realidad, el ángel que me guía», escribió Martín Adán. En Leve Ceniza el ángel de la poesía es quien conduce a aquella ceniza hacia estas exploraciones del alma (viejas pasiones humanas). Solo la ceniza, como palabra, vestigio y restauración, en esta época sin mitologías, es capaz de conducirnos finalmente hacia ese espacio sagrado, el de la otra orilla, el lugar intemporal: el del arte como espacio supremo de plenitud, en donde se fusionan lo material con lo espiritual. Son cuatro secciones (Poiesis, Cantares, Salmos y Rituales) que componen este leve reino de belleza y sabiduría.

Miguel Ildefonso

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¿Cómo se escribe poesía en un mundo donde casi todo es simulación, donde los hechos y las palabras se han convertido en un enorme estercolero? ¿Cómo se escribe la poesía necesaria para llegar a develar lo humano? Cuando las palabras ya no dicen lo que deben decir, ¿cómo se escribe poesía? Las formas de la poeticidad, es sabido, son homogéneas, y por lo mismo irreductibles; pero aquí, en la poetización de un lenguaje se instaura un caos generador, así en los significantes como en los significados y la poesía se transfigura, traspasando aquello que se ha venido a llamar discursos herméticos o aquellos que suponen una transparencia. La poesía de leve ceniza nos lleva a un lugar en el que existen pocos códigos para interpretarla o demasiadas formas de entenderla. ¿Entonces qué queda? La poesía arrancada a la poesía misma. La poesía como la única posibilidad de fragmentarse a sí misma para nacer de nuevo, para volver a cantar, a decir todo lo callado. Y en este volver a decir no hay ninguna consideración. Solamente la palabra sobre la palabra, pulsación, plasma verbal, magma imaginario, violación de los límites, oscuras ceremonias, huesos esparcidos y cantares y cenizas. Esta es la poesía nacida del ser para el ser. La voz sedienta de un lugar, poesía sedienta de eternidad.

Walter L. Bedregal Paz

Sobre HORAS DE SIRENA:

Es un reencuentro con la naturaleza de modo desbrozante, donde todo se abre en flor y el hablante construye un lienzo en movimiento con el pincel del amor, articulando el “somos” en nuestros sueños, en cuyo lazo hay la relación de individuo-comunidad, donde de nuevo el diálogo con la memoria y el sujeto poético habla por los hombres, en cuya voz esta la fragmentación de la comunidad, en enunciaciones truncadas, donde la palabras olvidadas revelan la función poética con la garúa, como un telón de fondo donde se derrumba las cosas y el sujeto se siente un hilo de una lliclla, que apenas lo sostiene de su amada. La mutabilidad del sujeto-poético en Pacho es un eje entre el individuo y una comunidad entre el amor y la naturaleza, como círculos que giran y filtran imágenes acezantes y violentas de belleza y paisaje.

Boris Espezúa


En Horas de sirena, el autor recrea poéticamente el mito de la Sirena de Huaquina, de larga data en Juli y que primigeniamente se conocía como Imilla Serenada. Ella, en este caso, no es la mujer que ostente su linaje colonial ni es la encarnación de aquellas mujeres que vuelven a su lar querido ataviadas con ese aire citadino y occidental, luego de una estancia prolongada en las ciudades de la costa u otras urbes más grandes del Perú. Por el contrario, ella es la imagen de la mujer andina. Pura en la otredad. Y no por ello desconoce los resquicios del amor, innato a todos los mortales. En la mitología nativa, ella, ciertamente, es una diosa.

Victor Villegas

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"LEVE CENIZA” POR MIGUEL ILDEFONSO

jueves, 4 de noviembre de 2010

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darwin bedoya

Por: Miguel Ildefonso

Acaba de aparecer Leve Ceniza (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2010) del poeta afincado en Juliaca Darwin Bedoya (Moquegua, 1974). Como ya hemos visto en sus anteriores poemarios, Darwin ha demostrado que es uno de lo mejores y finos poetas de la más sensible lírica actual, un importante exponente de esta vertiente que proviene de la tradición poética tanto contemplativa o reflexiva (léase los Románticos) como de la vital (entiéndase los Simbolistas). Estos breves poemas en prosa giran en torno a las pulsaciones más intensas del ser humano: el amor y la muerte. Y la vía del poeta, para acceder a esos ámbitos sinuosos, es la del diálogo con la poesía misma. “Todo ángel es terrible”, decía Rilke; “Realidad, el ángel que me guía”, escribió Martín Adán. En Leve Ceniza el ángel de la poesía es quien conduce a aquella ceniza hacia estas exploraciones del alma (viejas pasiones humanas). Solo la ceniza, como palabra, vestigio y restauración, en esta época sin mitologías, es capaz de conducirnos finalmente hacia ese espacio sagrado, el de la otra orilla, el lugar intemporal: el del arte como espacio supremo de plenitud, en donde se fusionan lo material con lo espiritual. Son cuatro secciones (Poiesis, Cantares, Salmos y Rituales) que componen este leve reino de belleza y sabiduría. Aquí algunos poemas.


[II]

Algo oculto en mí comienza a morir irremediablemente. La ceniza duerme conmigo, creo asediar a cada instante cada infierno mío. En el irme estará la conformidad, sólo ahí podrán existir los árboles para mis aves negras. Desde ahora ya no será necesario el deseo de querer oscurecerme como un pájaro en el centro de la lluvia. Así acaban las ausencias y comienza el alfabeto de las sombras.

[XII]

Mi mano escribe un nombre con palabras que no existen, con voces que nunca fueron ni siquiera un signo. Quizá humareda frágil de una tarde imposible cuando el viento hizo arena en los ojos. Lejos, mis camisas colgadas, son otros pájaros borrados de la memoria, aves que cuidan una puerta entreabierta que no me atrevo a cruzar por nada del mundo.

[XL]

Cuando me crecen las palabras, la poesía suplica un poco de ceniza entre sus ojos. Llora olvidos interminables, y ya no tiene un llanto conmovedor. Entonces todos se preguntan: ¿seguirá siendo la misma poesía?

[CXXXVIII]

Escribo para sentir que aún estoy vivo. Aunque escribir sólo sea la vana intención de restaurar cenizas. Aquí en estas oraciones moran mis huesos. Por más que hable de serpientes o palabras, aunque escriba silencios y letras muertas; huesos y desapariciones, siempre hablaré de oscuras ceremonias. Aunque sé que nunca más volveré a escribir.

PRESENTACIÓN POÉTICA, Este lunes 08 de noviembre en la ciudad lacustre de Puno. "Leve ceniza" de Darwin Bedoya y "Horas de sirena" de Luis Pacho

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Leve ceniza
darwin bedoya
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección: Letras de la poesía latinoamericana N° 01
64 pp. 2010



Horas de sirena
Luis Pacho
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección: Letras de la poesía latinoamericana N° 02
60 pp. 2010



I N V I T A C I Ó N


El Grupo Editorial "Hijos de la Lluvia" , el Grupo Literario “Alberto Mostajo” y la

Subgerencia de Promoción, Educación, Cultura y Deporte de la Municipalidad Provincial de Puno, organizan la presentación de los libros

"Leve ceniza" y "Horas de sirena"

de la colección Letras de la poesía Latinoamericana.


LOCAL: Casa de la Cultura. Jr. Lima Nº 550 - Municipalidad de Puno.

FECHA: Lunes 08 de noviembre de 2010.

HORA: 18:00 p.m.



P R O G R A M A



1.- Palabras de presentación a cargo de un integrante del Grupo Literario “Alberto Mostajo”.

2.- Presentación de la serie Letras de la poesía Latinoamericana.

Coordinada ydirigida por el escritor: Walter L. Bedregal paz.

3.- Comentario del libro Leve Ceniza.

Poeta Percy Zaga Bustinza.

4.- Comentario del libro Horas de Sirena.

Escritor, Crítico literario y Dr. en Historia José Luis Velásquez Garambel.

5.- Palabras y lectura del autor del libro Leve Ceniza.

Darwin Bedoya.

6.- Palabras y lectura del autor del libro Horas de Sirena.

Luis Pacho.

7.- Palabras finales a cargo de un representante de la Municipalidad Provincial de Puno.



INGRESO LIBRE...